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EDUCACIÓN
E INVESTIGACIÓN A DISTANCIA: DEL PUNTO A LA
RED, DE LA RED A LA RED DE REDES
Ruperto
Taboada Delgado
Subdirector
Académico del Centro de Altos de Estudios Nacionales (CAEN) Presidente Asociación CONSENSUM
D.G.I.S. PERU
ABSTRACT
El presente trabajo muestra una base conceptual en el diseño
de programas de Educación a Distancia, sobre la cual se busca promover la
necesidad de contar con un sistema estandarizado para el sector Defensa, cuyas
actividades de capacitación y entrenamiento tengan coherencia con las
capacidades y estructuras de fuerzas derivadas de las Políticas de Estado.
Se presenta el sustento teórico, los temas específicos en el
contenido de un programa de Educación a Distancia, la responsabilidad de fijar
Políticas de Estado que orienten la acción en la capacitación y entrenamiento,
así como la necesidad cada vez mayor de interconexión con entidades nacionales
e internacionales para constituir redes donde se comparta conocimiento,
experiencias, investigaciones y recursos, lo que traerá consigo un ambiente de
mayor colaboración y cooperación eficaz entre las partes.
Se resalta la importancia de formular planes de capacitación
y entrenamiento, desde de la perspectiva de la organización y también tomando
en consideración las expectativas individuales.
Finalmente se hace referencia a la necesidad de integrar
esfuerzos para enfrentar los retos y oportunidades, poniendo como ejemplo
acuerdos de integración para aspectos de Educación a Distancia, no solamente al
nivel de organizaciones sino también entre Estados.
En
los componentes del sector Defensa se vienen produciendo una serie de cambios,
que está llevando a realizar procesos de transformación, procesos cuya
frecuencia se está incrementando en función a los acontecimientos que se
presentan y los escenarios que se proyectan. Precisamente, una característica
importante de la organización, es la adaptabilidad y flexibilidad que puedan
mostrar ante esos nuevos entornos.
Paralelamente
existe una desaceleración económica en la región, que obliga a distribuir menos
recursos entre las entidades del Estado, lo cual obliga a las Instituciones a
explorar y buscar alternativas que compensen las reducciones en los
presupuestos. Este hecho se ve aún más afectado teniendo en consideración que
gran parte del presupuesto del sector defensa, esta orientado para cubrir
gastos corrientes, dejando una mínima parte para actividades de operación,
mantenimiento y por supuesto capacitación y entrenamiento.
En
ese contexto la Educación a Distancia
aparece como un medio para satisfacer atender parte de las
necesidades de capacitación y entrenamiento, la cual mediante el uso racional
de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), le permite reducir costos, adaptarse a la disponibilidad de tiempo de los
participantes, atendiendo a un mayor número de interesados y sobre todo se
convierte en la herramienta que facilita el intercambio de conocimientos más
allá de la frontera física, uniendo al mundo, eliminando el factor espacio. Es
un elemento fundamental en la necesidad de disminuir la brecha tecnológica
entre países en desarrollo con aquellos desarrollados.
Como
contraparte a los beneficios que ofrece, tiene exigencias mucho más elevadas
que aquellas que enfrenta la educación clásica presencial. Exigencias que van
desde un adecuado diseño de los currículos y planes de estudio, la habilitación
del educador, el desarrollo del pensamiento de los educandos, la entrega
oportuna y conveniente presentación de los materiales, la evaluación, el
seguimiento, las capacidades físicas y de infraestructura.
El
punto de partida para la Educación a Distancia, implica un cambio en los
modelos mentales de sus más altos funcionarios respecto a esta forma de
impartir educación y realizar
investigación, tarea fundamental para el éxito de un programa que emplee las
TIC, para luego estructurar un sistema en donde participe efectivamente el
Gobierno, las instituciones del sector Defensa, los Centros Educativos y
organismos públicos y privados, nacionales e internacionales, el sector
empresarial de bienes y servicios, entre otros.
Ello
lleva a realizar un planeamiento detallado para poder incorporar la Educación a
Distancia como un medio que facilite la gestión del sector Defensa, medio
debidamente validado desde el nivel político en aspectos propios de la Defensa,
Educación y Ciencia y Tecnología, a fin de establecer la coherencia y sustento
en la formación de recursos humanos para el país.
“En
cinco años la mayoría de nuestros programas de administración para ejecutivos
estarán en línea... En la Internet se combinan las ventajas de la clase y del
libro. En el libro uno puede volver a la página 16, en la clase no se puede;
pero en la clase hay una presencia corporal, y en la Internet hay ambas cosas”1
Buscando
el sustento teórico para la Educación a Distancia, ha obligado a recurrir a
trabajos de expertos, quienes en la diversa bibiliografía concurren en fijar
siete marcos relacionados con sus respectivos autores. Los conceptos centrales
de cada teoría no son excluyentes si no más bien apoyan el desarrollo de las
actividades relacionados a la Educación a Distancia, en donde resaltan
elementos principales como el educando, el educador, el contenido, el medio que
los enlaza y el contexto en el cual se desarrollan las actividades.
Teoría
del Proceso Industrial
Si
bien Otto Peters (Rev.1983) no acepta que su posición sea considerada como una
propuesta de Teoría, resulta importante incluir el concepto que tenía sobre la
Educación a Distancia, al plantear que podría analizarse comparándola con el
proceso industrial de mercancías, caracterizada por la producción y uso de
medios en masa. Así incorpora la terminología de racionalización, división del
trabajo, mecanización, ensamblaje en línea, producción en masa, preparación del
trabajo, planeamiento, organización, método de control científico,
formalización, estandarización, cambio de funciones, concentración y
centralización.
Peters
concluye que el principio de la división del trabajo es el elemento
constitutivo de la Educación a Distancia, estableciendo que:
Teoría
de la Distancia Transaccional y la Autonomía del Educando
Moore
se orientó al aprendizaje y enseñanza independiente. La teoría se funda en la
distancia transaccional y en la autonomía del educando. La dimensión de la
distancia transaccional es referida más como causa de la separación física
entre instructor y aprendiz, que produce un espacio entre las partes. Ese
espacio está en función de dos variables: diálogo y estructura. El diálogo
describe la realimentación entre las partes, facilitada por el medio que las
enlace: material impreso, correspondencia, tele conferencia, chat u otros. En
tanto la estructura, se refiere a la mayor o menor flexibilidad del programa
educativo.
En
tanto, e aprendizaje autónomo se refiere a la autonomía que tiene el educando
en regular a su ritmo el proceso de aprendizaje, tener la capacidad de avanzar
en función a su maduración. En este enfoque la demanda del educador por parte
del educando se realiza en un contexto de ayuda en la formulación de problemas
y recopilación de información, cediendo temporalmente algo de su autonomía,
pero sin llegar a transferir el control total al educador.
Teoría
de la Conversación didáctica guiada o de la interacción y comunicación
Holmberg
presenta el término "comunicación no contigua" para describir la
comunicación entre el educando y el educador como producto de estar
distanciados en tiempo y espacio. Fija como necesidad el establecer una
relación personal con el educando por medio de la motivación para que continúe
en el proceso de aprendizaje. Considera que el aprendizaje verdadero sólo se
alcanza a través de un proceso de internalización, promoviendo la plena
autonomía del educando, al que se debe ofrecer admisión abierta, que maneje los
tiempos de inicio y término de los programas, con tareas no fijas y fechas
adecuadas.
Con
respecto al aprendizaje Holmberg (1986), establece que es facilitado por la
interacción entre el educador y el educando, por la relación emocional, por la
la participación del educando en la toma de decisiones, por un lenguaje amical,
entre otros.
En
1995 Holmberg amplió significativamente su teoría de la Educación a Distancia,
en donde se puede destacar que promueve en los estudiantes la libertad de
elegir y las relaciones personales, el agrado al estudio y la empatía entre los
estudiantes y quienes los apoyan (profesores, consejeros etc.) es central en el
proceso de aprendizaje.
Teoría
del Estudio Independiente
En
los años 60 Wedemeyer rompió el concepto del estudio por correspondencia y se
centró en el estudio del aprendizaje independiente, mediante un conjunto de
características que acentuaban esa independencia del educando y la adopción de
la tecnología como manera de poner esa independencia en ejecución. Según Wedemeyer,
el sistema debe:
Wedemeyer
observó cuatro elementos: profesor, estudiante o estudiantes, un sistema o modo
de comunicaciones y algo ha ser enseñado o ser aprendido. Estos elementos deben ubicarse en un espacio físico que
otorgue la mayor libertad al estudiante. La llave al éxito de la Educación a
Distancia, según Wedemeyer, era el desarrollo de la relación entre el educando
y el educador.
Teoría
de la Reintegración de los Actos de Enseñanza y Aprendizaje
Keegan
considera que la base para la teoría de la Educación a Distancia está en la
teoría general de la educación, sustentando su posición en que la Educación a
Distancia no se caracteriza por la
comunicación interpersonal, sino que se caracteriza por la separación, en
tiempo y lugar, entre la enseñanza y el aprendizaje.
La
intersubjetividad entre docente y educando tiene que ser recreada
artificialmente, en donde la relación aprendizaje-material es fundamental en
ese proceso.
La
relación de aprendizaje está dada conforme a la educación tradicional, pues el
educando se encuentra en un ambiente diseñado para llevar a cabo ese
aprendizaje. El aprendizaje debe cumplirse a través de la comunicación interpersonal
debidamente planeada.
Teoría
de la Comunicación y Control del Educando
El
punto de partida de esta teoría es la transacción educativa entre educador y
educando, que se produce a través del diálogo y el debate, por lo que necesita
una comunicación bidireccional entre ambas partes. Ello obliga a contar con la
tecnología adecuada para establecer esa comunicación de dos vías. Justamente en
ese punto es que le otorga una posición fundamental a los medios que enlazan al
educando con el educador.
Garrison
precisa que la tecnología y la Educación a Distancia son inseparables, y que la
Educación a Distancia ha evolucionado sobre el desarrollo de la tecnología
educativa. Un aspecto al que otorga gran importancia es el referido al control
del educando, el cual debe ser de colaboración, en donde participen las dos
partes, educando y educador, logrando la interrelación entre la independencia
(velocidad del aprendizaje), la proficiencia (habilidad para aprender solo), y
el apoyo (recursos disponibles para guiar y facilitar el intercambio
educativo).
Teoría
de las Tres Dimensiones
Verduin
y Clark han propuesto conservar los principios de la educación de adultos
reflejando el amplio alcance del empleo de la Educación a Distancia. La teoría
se orienta a tres dimensiones o componentes, que si bien son los mismos que
estableció Moore ellos amplían sus alcances de tal manera que el diálogo entre
educando y educador no debe limitarse a una serie de instrucciones sino
incorporar la parte emocional y motivacional; la estructura del sistema, debe
estar diseñada en función a la experiencia del educando, es decir relacionarlo
a la competencia del participante; y; la autonomía del educando que debe estar
en relación directa con su competencia y experiencia.
Conclusiones
Estas
teorías reflejan la evolución del concepto de Educación a Distancia, pero aún
quedan muchas preguntas por contestar, el debate ha estado y está
abierto. Lo que sí resulta claro son los efectos que sobre ella producen la
globalización, las nuevas TIC y la forma de como los responsables de aplicarlas
enfrentan el reto.
Antes
de desarrollar un modelo para un determinado proceso organizacional, en este
caso relacionado con la Educación a Distancia, primeramente se debe establecer
los objetivos de la organización. En ese contexto, las organizaciones del
sector defensa pueden ser vistas como organizaciones sociales pues su actividad
como bien público, está dirigida a proporcionar el ambiente de seguridad que el
país requiere para su desarrollo y bienestar. El proceso educativo
especializado y profesional, influye en la proyección de la Seguridad,
repercute en la cultura y valores, donde los componentes interactúan con otras
personas, tanto al interior de la organización como con entidades externas,
nacionales e internacionales.
El
modelo de proceso social desarrollado por Getzels y Guba (1957) define la
actividad educativa como un subsistema que interactúa en un sistema social más
amplio, en donde son elementos esenciales las necesidades individuales, los
roles de la organización, los valores y la cultura de la sociedad. Sobre esta
pauta se fijan procesos de enseñanza, desarrollo de currículos y planeamiento
de la educación. Un modelo de planeamiento para Educación a Distancia, se debe
formular considerando el marco funcional en donde se desenvuelve, por lo que el
Estado tiene la responsabilidad formal de enlazar, en ambos sentidos, a la
sociedad con el sector defensa. Ello genera la necesidad de contar con un marco
sustentado en Política de Estado para establecer la manera cómo realizar tal
enlace.
Existe
variados tipos de modelos para enseñanza y aprendizaje, pero existen dos marcos
conceptuales, uno relacionado a lo que se quiere “transmitir” al educando y el
otro enfocado en la “transformación” que se desea del educando. El primer marco
está basado en el positivismo (entrenamiento por objetivos, énfasis en la
competencia, centrado en el contexto) y en el cambio del comportamiento.
El segundo marco es conocido como “constructivismo”, que busca la activa
participación y reflexión por parte del educando, reconociendo la dinámica del
conocimiento.
En
todo proceso educativo se requiere la interacción de las partes, las cuales son
mutuamente influenciadas y que tal interacción, según Terry Anderson (2002)
está asociada en función a la satisfacción del educando (Shea, 2001), la
satisfacción de la cátedra (Hartman, J. L. and Truman-Davis, B, 2000), a los
resultados (Piccano, 2002), al conocimiento (Langer, 1997), a la persistencia
(Langer, 1997) y al Costo de distribución (Coldeway, 1992).
La
literatura de Educación a Distancia
identifica tres tipos de interacción:
En
cualquiera tipo de interacción el educando y el educador deben relacionarse con
la tecnología, es por ello que en el planeamiento de la Educación a Distancia
se debe considerar como un factor clave de éxito la capacitación o habilitación
tanto del educador como del educando en la tecnología que será utilizada como
medio en el proceso de interacción. Precisamente, para aplicaciones
desarrolladas online, se aplica el concepto de “usabilidad”, definida como el
grado por el cual el educando puede efectiva y eficientemente completar sus
actividades mediante el adecuado manejo del medio tecnológico que le permite
interactuar con el educador, el contenido, con sus pares y las herramientas que
facilite el medio.
Independiente
del modelo que se diseñe para el sector de Defensa, se deben considerar una
serie de aspectos que orienten el planeamiento para la Educación a Distancia,
tales como: Políticas de Estado, la Estrategia Nacional, el Planeamiento
Estratégico, la Infraestructura propia, estatal y privada disponible, acceso
del educador y educando a la ayuda técnica para la tecnología, centralización,
distribución de costos, evaluación y los riesgos de la innovación.
El
diseño de un Programa de Educación a Distancia, implicará una concepción que
integre de manera sistémica los diversos componentes que afectan su diseño,
implementación y sobre todo los resultados deseados. El proceso educativo en el
sector Seguridad demanda el empleo de diversos métodos, pero independientemente
de cual o cuales se apliquen, debe mantenerse la integridad del sistema
orientado por los elementos reguladores y habilitadores que forman parte de las
capacidades establecidas en función a la Política y lineamientos de Defensa. En
esa perspectiva, resulta conveniente referirse al “Secreto del Diseño de
Instrucción” (Yelon and Berge, 1988), en donde presenta un conjunto de
elementos comunes a todo sistema de capacitación, que independientemente de las
condiciones en la que se desenvuelva, deben estar alineados: objetivos,
contenido, práctica y evaluación.
En el
diseño de Programas de Educación a Distancia, se debe considerar una variedad
de áreas que deben estar adecuadamente conectadas e integradas para dar solidez
y coherencia al objetivo que se persigue. Resulta útil apoyarse en la
estructura que el Banco Mundial presenta en
http://www1.worldbank.org/disted/home.html.
Enseñanza
y Aprendizaje
La
Educación a Distancia presenta desafíos
adicionales a los de la educación tradicional presencial, tanto al educador
como del educando, en razón de la separación física de ambos actores, lo que
asigna importancia al empleo del medio mediante el que interactuarán los
principales actores.
Educador/Entrenador
El
educador tradicional está más orientado a las técnicas enseñanza que a las de
desarrollo de programas estructurados. Esa situación puede implicar un esfuerzo
adicional o que se traslade esa función a especialistas. Precisamente el
desarrollo de programas educativos estructurados, es un factor en el cual se
debe aplicar el criterio de optimización de recursos.
Los
educadores deben actuar más como facilitadores, promoviendo la reflexión y
análisis en el educando. Requieren contar con una serie de atributos que les
permita motivar al educando, proporcionándoles diversas formas de estímulo,
reflexión, rendimiento, integrando el contenido con los resultados esperados.
Educando/Entrenado
La
clara identificación de las necesidades de los educandos, sus capacidades y
características específicas son elementos
a tomar en cuenta para poder definir el modelo de Educación a
Distancia y el medio a emplear. Existe
una elevada tasa de deserción virtual, por parte de los educandos cuando
participan en cursos complementarios o que no son requisitos, lo que obliga a
fijar estrategias que motiven su retención y permanencia. Se debe llegar
incluso a lograr una relación de orientación más allá del aspecto formal.
El
diseño de cualquier programa de Educación a Distancia implica identificar claramente a los educandos para lo cual se
puede acceder a la lista propuesta por Derek Rowntree (2000): Factores
Demográficos, Factores de aprendizaje y Recursos disponibles.
Contenido
El
desarrollo del contenido está referido a la identificación de las necesidades a
ser atendidas, con un lenguaje que facilite el entendimiento por aquellos que
van a emplear el recurso como medio de capacitación y entrenamiento. Es
necesario identificar el texto a ser empleado en el programa, el currículo con
sus metas, objetivos, alcance, estrategias, evaluación, etc. y el tiempo de
respuesta de las intervenciones. Tener presente las necesidades y el nivel de
conocimientos de los usuarios de los entornos donde desarrollarán el proceso de
aprendizaje.
Los
estudios sobre “usabilidad” indican que los usuarios centran su interés en el
contenido, aunque el diseño gráfico ayude y atraiga la atención. El diseño del
contenido crea los medios gráficos, de texto y multimedia necesarios para
presentar el contenido del programa y que a su vez permiten retener el interés
y la atención de los educandos.
Redacción,
es el texto escrito, que requiere de un estilo eficaz, que interprete el
comportamiento y expectativas del educando.
Diseño
creativo del entorno, describe una amplia gama de los elementos especiales que
van más allá del diseño típico de la página. Requiere de habilidades
especializadas.
Diseñar
un programa de Educación a Distancia
presenta el desafío de lograr el uso más eficaz y eficiente del tiempo
del educando. Ese manejo del tiempo debe estar relacionado con el resultado que
se pretende obtener luego del proceso de aprendizaje. Es por eso la importancia
de definir adecuadamente el contenido del programa, lo que lleva a planear el
mejor uso de las tecnologías disponibles que apoyarán el proceso de
aprendizaje.
La
evaluación durante el diseño del programa implica tres fases secuenciales: la
primera, antes del desarrollo del curso para identificar las necesidades de los
educandos y el tipo de curso a implementarse que permita atender tales necesidades;
la segunda, durante el desarrollo del curso, para determinar las nuevas
necesidades que permitan mejorar el producto y; posterior a la presentación del
curso, que permita obtener información relevante para en un futuro cercano
reformular o mejorar todo o parte del curso.
Tecnologías
Entre
los factores más relevantes a ser considerados en la Educación a Distancia están el grado de interacción con los
educandos, la sincronización de esa interacción y el control sobre el contenido
y ritmo de instrucción a ser manejado por el educador o el educando. Para que
suceda el aprendizaje, el educando debe interactuar con sus pares y educadores
sobre el contenido del programa, lo cual facilitará el aprendizaje
participativo.
Las
TIC facilitan el enlace entre educador y educando, existiendo una variedad de
medios disponibles que incluyen radio, televisión, videocintas, tele
conferencia, videoconferencias, entre otros. La combinación de tecnologías
producirá normalmente mejores resultados que emplear una sola tecnología.
Conseguir la combinación óptima requiere sin embargo de habilidades y
conocimiento, más la efectividad del proceso de aprendizaje depende en última
instancia más de la calidad del diseño del programa que de la tecnología.
Existe
una gran variedad de equipos para proporcionar el programa de Educación a
Distancia, más los medios por donde viajan las señales son a menudo los mismos.
Entre ellos se observa el ISDN (Integrated Services Digital Network) -
conexiones que emplean líneas telefónicas ordinarias para transmitir señales
digitales en lugar de analógicas, permitiendo que los datos sean transmitidos
más rápidamente que con un módem tradicional - Microondas, Cable coaxial,
Comunicaciones satelitales, Fibra Óptica y la Internet, siendo esta última la que
tiene un mayor crecimiento de uso. Conjuntamente con estos medios de
transmisión se han desarrollado aplicaciones como por ejemplo los Ambientes de
Enseñanza Distribuidos e Integrados (IDLE), que se basan en el protocolo
estándar de Internet y son utilizados con fines educativos. Existe una variada
gama de estos productos para Educación a Distancia tales como WebCT (herramienta para el diseño y oferta de clases
en línea), LearningSpace (plataforma de tecnología de e-learning que ofrece
capacidades de auto paso, de colaboración y en tiempo real, seguimiento y
manejo robustos, y perfecta integración del contenido del curso), TopClass,
AulaNet, Virtual-U, Web Course in a Box, Interactive Learning Network,
Authorware 4, QuestNet +, Phoenix, entre otros.
Para
la selección de los equipos e infraestructura para desarrollar programa de
Educación a Distancia, se debe considerar aquel medio que ofrezca el mejor
costo-beneficio. Bajo esa premisa resulta indiscutible que el Internet emerge
como el principal medio a emplear en el aprendizaje a distancia, por lo menos a
mediano plazo y su forma de empleo varía en función a la estrategia establecida
en el diseño del curso, entre los que destacan:
Como
Complemento de cursos: posiblemente el más difundido, mediante el cual la
educación tradicional (cara a cara) se complementa poniendo en la red tareas,
lecturas, casos, grupos de discusión, simulaciones, y pruebas.
Como
Conferencia en Línea: se traslada la conferencia tradicional del auditorio a la
Internet, lo cual permite llegar a mayor cantidad de educandos Se incluye
cierto contacto personal a través de Internet, mediante trabajos, discusiones
grupales no moderadas, respuesta a preguntas frecuentes y limitada interacción
con profesores o sus asistentes.
Correspondencia
en la red: empleado cuando existe material impreso previo.
Control
del educando
En la
Educación a Distancia resulta preferible que los educandos puedan ejercer el
control sobre los medios que le permiten interactuar con el contenido de los
materiales proporcionados para el proceso de aprendizaje. Sin embargo, esa
facultad de control y de interacción con el medio tecnológico varía de diversas
maneras: la facilidad y flexibilidad del uso, el nivel de la interactividad y
capacidad de diálogo. Tales factores condicionan la selección de los medios más
convenientes para un propósito o un grupo particular de educandos.
Gestión
Permite
fijar las pautas para la administración y organización de la Educación a
Distancia, en función a la misión de la organización. Para el caso del sector
Defensa implica orientarse al alistamiento establecido respecto a las
capacidades de las FFAA, lo que permitirá la asignación de los recursos humanos
y financieros para capacitación y entrenamiento del educando; seleccionar,
designar, entrenar a los educadores; reclutar, registrar y supervisar a los
educandos; seleccionar y controlar el empleo de la tecnología; controlar las
aplicaciones desarrolladas; manejo de los presupuestos y de las finanzas.
También incluye los análisis de costo y los de costo efectividad.
Políticas
y Programas
Con
la finalidad de lograr coherencia en las acciones de Educación, se deben
establecer Políticas y Programas para los diversos niveles de educación y
ámbito de participación e influencia, que va de lo institucional se proyecte al
marco nacional y se integre en el área internacional. Las políticas se centran
en la gerencia de los recursos, estableciendo por ejemplo procedimientos para
racionalizar el uso de tecnologías como medio de la Educación a Distancia, balance
en la asignación de medios entre la educación
tradicional y la Educación a Distancia, las responsabilidades de
capacitación que asumen entidades internacionales sin mayor participación o
supervisión por parte del Estado, entre otros temas de interés.
Políticas
Los
gobiernos y las instituciones tienen un rol importante en la promoción y
desarrollo de la Educación a Distancia, no solamente con una visión hacia el
interior de los propios países si no con proyección regional y global, que
apoyado por el avance de las TIC, permite integrar y compartir recursos,
métodos, estándares, entre otros. De esa manera se apoya las medidas de
confianza mutua, creando un ambiente de paz, donde la cooperación y
colaboración, se han convertido en una necesidad más que en un compromiso.
Ninguna entidad, pública o privada, individual o colectiva, puede quedar
excluida de ese movimiento. Ello lleva a tratar el tema de la Educación a
Distancia como un gran sistema, con estructura y comportamiento propio, que
debe ser administrado bajo criterios de economía, eficiencia y eficacia, en
donde cumplen rol importante las FFAA, los centros de capacitación e
investigación públicos y privados, las entidades de financiamiento, la sociedad
civil y el ciudadano común. Si se observa la evolución de aquellas
instituciones que dieron prioridad a la Educación a Distancia como método de
enseñanza, aprendizaje y entrenamiento, ellas se vieron con la necesidad de ir
ampliando su ámbito de influencia propiciando marcos de colaboración internacional,
que se encuentra en permanente crecimiento. Ese efecto, obliga de cierta manera
a los gobiernos a establecer políticas que incentiven la Educación a Distancia,
pues se reconoce las oportunidades que ofrece como medio para elevar la
calificación del recurso humano, factor fundamental para el desarrollo de las
naciones. Pero ese proceso plantea una serie de retos, pues los educadores y
los responsables de la toma de decisiones han tenido que revisar y modificar
sus prácticas, en base a buscar experiencias similares, sobre la implantación
de programas de Educación a Distancia, la manera de compartir materiales,
cursos o programas, la necesidad de constituir instituciones a cargo de la
Educación a Distancia, formas de acreditación y certificación, efectos en la
cultura, la protección de la propiedad intelectual, formas y fuentes de
financiamiento, entre otros aspectos.
La
colaboración continua se puede describir desde un nivel local hacia un nivel
internacional. En el nivel local se debe identificar la limitación que una sola
persona pueda contar con las capacidades suficientes para participar en le
desarrollo de un programa de Educación a Distancia, lo cual es más factible
realizarlo conformando grupo multidisciplinario. Luego existe una colaboración
educando-educando, clase-clase y llegar al nivel institución-institución. Ello
muestra la manera estructurada como se debe ir integrando las partes, fijando
estándares y compartiendo recursos, los cuales al ser escasos promueven subir
un escalón en el nivel de coordinación y apoyo mutuo. Es sobre esa base que en
el caso de las FFAA resulta conveniente ir constituyendo un sistema de
Educación a Distancia, integrando las partes de una Institución o Agencia,
luego pasar a la coordinación entre agencias, a continuación con entidades
nacionales del sector público y privado, para luego continuar con instituciones
internacionales. Así se va formando la gran red o red de redes que permiten
desarrollar un trabajo más efectivo, sustentado en un sentido de solidaridad y
cooperación, motivados exclusivamente por la mejora en las condiciones y
calidad de vida de las personas.
En la
formulación de políticas, especialmente relacionadas a la Educación a
Distancia, debe analizarse la forma en que influenciará a las otras partes, inclusive
a la propia Educación tradicional. Hay que considerar los efectos de la
Política de Educación a Distancia en el ámbito nacional y regional, cuáles
serán las percepciones de los futuros empleadores, cómo influye en los Planes
Plurianual, cuál será el rol del sector privado. La Política de Ciencia y
Tecnología, que debe fijar las bases del Gobierno Electrónico, debe ser
considerada en el diseño del Programa de Educación a Distancia fijando
estándares en los diversos niveles organizacionales. El Planeamiento
Estratégico, enmarcado en las políticas nacionales y acuerdos regionales, es
uno de los principales instrumentos de política institucional que permite el
marco necesario en la asignación y administración de los recursos, permitiendo
a la organización hacer frente al cambiante entorno y orientar esfuerzos para
el desarrollo común.
Programas
La
Educación a Distancia, está presente en la mayoría de las áreas donde se
realizan funciones de educación y
entrenamiento, pues es una herramienta eficaz para atender demandas de
enseñanza y aprendizaje, tales como al segmento escolar, técnico, profesional y
organizaciones complejas como las propias FFAA. Cada nivel de educación debe
ser tratado de manera distinta en función a las necesidades y a los resultados
establecidos por la organización, educadores, universidades, colegios, carreras
técnicas, postgrados.
Habiéndose
tratado en las partes precedentes los conceptos, sustentos y forma de estructurar
programas de Educación a Distancia, que son aplicables a cualquier
organización, corresponde desarrollar el concepto para lograr un Sistema de
Educación a Distancia para el sector Defensa.
Los
“dividendos de la paz”, están llevando a recortes del presupuesto de defensa,
lo cual está obligando a optimizar los recursos de personal, material y
financieros. La manera como hacer frente a esos recortes varía por país,
dependiendo de la concepción que cada cual tenga sobre la Seguridad y Defensa,
de la formulación de su Estrategia Nacional y Militar, de los roles y misiones
establecidos para las FFAA, de la manera cómo diseñan, estructuran y fijan la
forma de empleo de sus fuerzas, de sus Política de Defensa, entre otras
consideraciones. Ante ese reto unos reducen efectivos, otros retiran equipos
que consideran obsoletos, otros recomponen su organización. Pero independiente
de ello, al personal se le asigna nuevos roles y responsabilidades que
incorporan a la concepción del empleo tradicional orientado al frente externo
responsabilidades hacia el ámbito interno. Junto a ello, existe una demanda por
contar con Fuerzas Armadas cada vez más profesionales y versátiles.
Cualquiera
sea la decisión que se adopte sobre la forma o manera de hacer frente a esa
reducción de presupuesto, el componente humano resulta el más afectado, sea que
continúe en actividad o pase al retiro, tiene que hacer frente a nuevos retos
que obligan a contar con capacidades, competencias y actitudes que le permitan
desenvolverse adecuadamente en el nuevo rol o función que le corresponda
desarrollar.
La
implementación del sistema de capacitación mediante Educación a Distancia, se
ha venido construyendo mediante acciones individuales y separadas, lo que ha
generado una mayor demanda de recursos en el mismo sector. Por otro lado, el
sistema de educación clásica, basado en clases presenciales, se ve afectado por
que los efectivos se encuentran asignados a diversas áreas geográficas,
desempeñan mayores funciones y existe restricción para el movimiento del
personal. Asimismo la situación socio-económica de los países de la región,
viene ocasionando una preocupante reducción en la captación de efectivos para
el servicio militar, más específicamente en donde se cuenta con el sistema de
conscripción voluntario.
Hoy
es la época de hacer más con menos y uno de los factores que permiten enfrentar
esa paradoja, es el empleo de la tecnología, no solamente para mejorar los
procesos sino especialmente en la preparación y entrenamiento del personal.
Menos presupuesto y más misiones, menos efectivos y más tareas. Una de las
pocas alternativas que se tiene para hacer frente a ese reto es llevar a las
entidades estatales y entre ellas a las responsables de la Seguridad y Defensa
a una gestión orientada al gerencialismo, visto como la manera de aplicar en el
sector público las herramientas y manejos que realiza el sector privado.
Llegamos así a la necesidad de sustentar de manera objetiva toda decisión,
imponiendo la necesidad de incorporar de una manera más regular el análisis de
económico y las relaciones de costo, efectividad, eficiencia y eficacia.
Objetivo
General
Promover
un sistema de Educación a Distancia estandarizado para el sector defensa que
optimice recursos, con capacidad de integrarse con los principales centros de
educación superior a nivel nacional y sus equivalentes internacionales.
Objetivos
específicos
Compromiso
para la implantación de la Educación a Distancia
Un
sistema de Educación a Distancia no está referido simplemente a equipos,
tecnologías o currículos, responde a las características de profesionales y
líderes que la Nación requiere de sus Fuerzas Armadas.
El
éxito del Programa basado en Educación a Distancia, requiere desde su inicio del reconocimiento, aceptación y
convencimiento por parte de los funcionarios de primer nivel y de los Altos
Mandos sobre las ventajas que ofrece con relación a las formas clásicas de
enseñanza y aprendizaje. Para ese efecto resulta conveniente mostrar con
claridad que la Educación a Distancia se
presenta como un medio que, apoyándose en las TIC, permite hacer frente a las
restricciones de presupuesto, cumplir con los objetivos y metas de
capacitación, ampliar el alcance y acceso de los efectivos, ahorro en tiempo y
dinero a través de la reducción de gastos por viajes y el incremento en la
productividad debido que el personal está más tiempo cumpliendo funciones en su
puesto. Indudablemente, ello conlleva a un mayor esfuerzo y dedicación tanto
por el citado personal como de aquellos responsables del diseño e
implementación de los programas. Un punto a tener en consideración es el
escepticismo que puede generar respecto a resultados concretos respecto a la
calidad de la enseñanza que proporcione la Educación a Distancia. Ello implica cambiar el modelo mental de que las clases
presenciales capacitan en mayor grado a los educandos. Otro aspecto a
considerar es la cultura organizacional de cada Instituto, respecto a la forma
de lograr el alistamiento del personal, lo cual hace necesario que
representantes de cada uno de ellos, integren las entidades que a nivel sector
Defensa, corresponda atender el tema de Educación a Distancia.
No es
tema central del presente trabajo desarrollar una metodología mediante la cual
se presente a los altos funcionarios de la organización los beneficios que ofrece
implementar programas de capacitación y entrenamiento, empleando la Educación
a Distancia. Ese proceso sería tema de un
trabajo más específico, pero en tanto la idea central es que si no empleamos la
tecnología no hay forma de ampliar la frontera de posibilidades que nos permite
el presupuesto asignado.
Establecer
una comparación entre la Educación tradicional presencial y
la Educación a Distancia,
podría insinuar que son alternativas frente a una determinada situación y no
que su relación es más bien complementaria, sobre ese objetivo común: personal
con mayores competencias, capacidades y actitudes.
Programa
de Capacitación y Entrenamiento para lograr niveles de alistamiento deducidos
de la Política y Lineamientos de Defensa.
Qué
enseñar, cómo, cuándo, dónde, son preguntas que deben estar ligadas a los
requerimientos y competencias del personal que se hayan definido o establecido
en función al tipo de actividad que deban cumplir. Llegar a fijar los niveles
de alistamiento de personal en los diferentes segmentos y grados, es una tarea
compleja, que requiere de una visión integral en donde se tome en consideración
las exigencias de la propia institución, su capacidad de interoperatividad con
las otras Fuerzas y la proyección en la cooperación y colaboración con sus
similares de otros países. Debido a la limitación de los recursos su asignación
debe responder a una adecuada priorización de las misiones a ser ejecutadas.
En
ese contexto se debe tener en consideración que las exigencias de capacitación
deben responder de manera integrada a las demandas inmediatas - corto plazo - y
su interrelación con las proyecciones de la estructura y diseño de fuerzas para
el mediano y largo plazo, correspondientes a los objetivos de defensa,
formulados y enunciados desde el nivel político.
El
elemento central que incide directamente sobre las capacidades es la claridad
conceptual de su empleo, lo que lleva a relacionarse con los factores de
regulación y de estructura de fuerzas. Simultáneamente, se propicie la
interoperatibilidad entre los diferentes Institutos, partiendo de las
terminologías, los enlaces de comunicación y los ejercicios conjuntos.
Proyectándose para lograr la capacidad de operar a nivel aliado, con Fuerzas
Armadas de otros países.
Los
grados de alistamiento, que forma parte de la sustentación para la asignación
de recursos, corresponden ser desarrollado de manera integrada sobre el
concepto de capacidades.
El
desarrollo de programas de especialización, para ejecutar tareas específicas es
una de las tareas para lograr el grado de alistamiento requerido. En este caso,
hay una mayor estandarización de la enseñanza y aprendizaje, facilitando el
desarrollo de las habilidades al ritmo que se acomoda a las características
individuales de cada participante. Asimismo los Comandos de Unidades tienen
mayor control sobre las reales capacidades y competencias del personal,
incrementando el nivel de alistamiento, sin afectar el cubrimiento y
disponibilidad en los puestos.
Atención
de los requerimientos de capacitación y entrenamiento de efectivos, conscriptos
y civiles
Esta
parte busca atender las aspiraciones y expectativas del personal, desde cinco
perspectivas, que no intentan cubrir toda la gama de posibilidades:
Integración
con centros educativos nacionales e internacionales.
Históricamente
las organizaciones del sector defensa atendieron íntegramente las necesidades
de capacitación y entrenamiento de sus efectivos, situación que desde tiempo
atrás ha variado en razón que los nuevos conocimientos y la facilidad que
otorgan las tecnologías hacen casi imposible que una organización sea
autosuficiente para atender tales requerimientos. Evaluando la interacción
entre las demandas de capacitación y entrenamiento por parte de las
organizaciones del sector Defensa, con la disponibilidad de catedráticos y
medios que la proporcionen y la disponibilidad de recursos que permitan su
implementación, ha propiciado que las entidades del sector Defensa, trasladen
parte de tales tareas hacia Centros de Educación de diversos niveles, quienes
asumen la responsabilidad de desarrollar programas de enseñanza y aprendizaje.
Tal situación permite que las instituciones se concentren más al desarrollo de
su función principal, sin que ello signifique que los responsables del sector
Defensa hayan transferido su plena responsabilidad sobre las tareas de
capacitación y entrenamiento. Lo que realmente se está llevando a cabo es la
optimización de los recursos disponibles. En este parte se debe tener claro que
la exigencia para los Centros Superiores es mayor que preparar en profesionales
en general, pues los resultados de la capacitación y entrenamiento son
percibidos y evaluados directamente por las entidades del sector defensa.
Esta
relación de mayor contacto con la parte civil es favorable en ambos sentidos,
para el sector defensa y para los centros superiores, pues establece una
relación de cooperación y de compartir proyectos, lo que al final se traslada a
lograr comunidades más integradas, en donde la distancia física no representa
obstáculo alguno para lograr esa relación.
La
relación demanda con oferta educativa, entre el sector Defensa y los otros
sectores de la sociedad, se viene ampliando y evolucionando hacia una relación
de colaboración y participación, facilitado por las TIC que permite superar las
restricciones de tiempo, lugar y oportunidad que la relación “cara a cara”
imponía. Asimismo se ha incrementado significativamente la capacidad del número
de personas que pueden interactuar simultáneamente, con la oportunidad de poder
acceder al conocimiento a través de diversos medios electrónicos. Esa
interacción se ve fortalecida, pues entidades del sector defensa vienen
desarrollando cursos relacionados a la Seguridad y Defensa Nacional dirigidos
tanto a civiles como a militares, pero en algunos casos no confieren créditos
académicos debido a no contar con el marco legal que regule la educación a
distancia.
Existe
un área de grandes proyecciones, referida a proporcionar a estudiantes
universitarios y también a profesionales que participan en cursos de postgrado,
la posibilidad de completar créditos académicos apoyándose en cursos que
desarrollen los organismos académicos del sector defensa y que pueden acceder
por medio de la educación a distancia.
Ello en adición a los cursos tradicionales que pueden seguir con reconocimiento
de grado académico.
Concepción
de una estructura organizacional que optimice medios.
La
responsabilidad de contar con personal debidamente capacitado y entrenado, es
tarea fundamental de toda organización, pues es el recurso que determina el
éxito o fracaso para la cual ha sido constituida. En el sector Defensa esa
responsabilidad tiene un mayor impacto pues sobre el criterio de la disuasión,
las capacidades principalmente deben ser percibidas antes que aplicadas.
La
forma de impartir capacitación y entrenamiento a través de la Educación a Distancia, debe ser parte de la Política
de Estado para la Educación, de manera que su actividad se desenvuelva de
manera formal, aceptada, acreditada y sobre todo con el reconocimiento que goza
la educación clásica presencial. La normatividad debe tener tal amplitud que
abarque a todos los niveles del Sistema Educativo Nacional, proyectándose hacia
el establecimiento de pautas que facilite la integración con entidades no
sujetas a la normatividad nacional, propiciando la cooperación y colaboración,
sin afectar las libertades individuales de las personas.
El
auge de la oferta de programas en la modalidad de Educación a Distancia
ha superado a la capacidad de normar y regular a la mayoría de Estados
en la región, quienes también ven limitada su capacidad de velar por una
educación de calidad para el ciudadano.
Conceptualmente,
las diversas Políticas de Estado se entrelazan de manera coherente,
reforzándose mutuamente hacia los objetivos de la nación. En ese contexto es
válido establecer esa relación entre la Política Educativa y la Política de
Defensa, pues las exigencias deben estar estandarizadas para las diversas
profesiones y especialmente la Profesión Militar, pues el monopolio de su
preparación recae en el propio Estado.
En el
sector Defensa, la determinación de las competencias y capacidades que el
personal debe poseer, tal como se indicó anteriormente, debe estar relacionado
al diseño de fuerzas, a la concepción de empleo y a las capacidades requeridas
como resultado del desarrollo de la Política y Lineamientos de Defensa.
Si
bien se debe reconocer las diferencias y especializaciones en las demandas de
entrenamiento y capacitación de cada Instituto que compone las FFAA,
corresponde estandarizar procesos, procedimientos, plataformas, desarrollo y
diseño de currículos, programas informáticos y sobre todo la capacidad de
compartir experiencias que permitan desarrollos paralelos de mutuo
reforzamiento.
La
visión de la Educación a Distancia,
debe incorporar conceptos tales como: mejora el acceso, mayor oportunidad,
fomento a la investigación, mejora del alistamiento, reducción de costos,
personalización, incremento de la efectividad en el entrenamiento y educación,
entre otros.
También
se puede incorporar en la parte Política aquellas consideraciones que puedan
surgir del proceso de modernización del Estado, en lo relativo a gobierno
electrónico, puesto que implica de cierta forma el empleo de los mismos medios
y que establecen una interacción cada ve z mayor con la ciudadanía. Aprovechar
los portales electrónicos facilitaría la comunicación entre las partes.
Bajo
el mismo principio del empleo conjunto de las FFAA, se debe conformar dos
unidades organizacionales:
La
propuesta planteada, no pretende ser la solución integral, sino simplemente una
modesta pauta para la concepción de estructuras organizacionales mejor
elaboradas y acordes con las Políticas y Estrategias de cada país.
La
interconexión entre entidades nacionales e internacionales es un proceso que va
en incremento, facilitado por las TIC pero motivado por la necesidad de
establecer acuerdos de integración, alianzas estratégicas y redes que, permitan
fortalecer la posición para hacer frente a los diversos retos que el cambiante
e incierto entorno nos presenta. Sumado a ello, debemos considerar el espíritu
del hombre de ir incrementando sus conocimientos, estar mejor informado y
mejorar sus competencias y capacidades. Ello está llevando a comunidades
enteras a constituir sistemas en donde compartan e incrementen conocimiento.
Existen
variados ejemplos de acuerdos entre entidades educativas, que no hacen sino
confirmar esa casi obligación que compartir y colaborar los medios para poder
proveer educación de calidad, con presupuestos cada vez más reducidos. Esa
actitud de integración se observa en menor grado en las entidades responsables
de la educación y entrenamiento en el
sector defensa. Tal situación pudiera intentar explicarse que el motivo de esa
limitación se debe a que el campo de aplicación es igualmente reducido. Pero
ese supuesto quedaría invalidado, al revisar el incremento de la actividad
educativa en temas de seguridad y defensa nacional. Actividad no solamente
promovida por entidades educativas regulares si no especialmente por Organismos
No Gubernamentales, que ofrecen posibilidades de capacitación en algunos casos
sin costo alguno para el participante.
Solamente
enfocados en la capacitación de civiles en temas de seguridad y defensa,
apreciamos que la oferta educativa va creciendo, pero también se observa que se
realizan mediante esfuerzos individuales y aislados, lo cual corre el riesgo de
presentar ofertas de baja calidad que producirán profesionales de bajo
rendimiento, pero con posibilidad de ocupar puestos de alta responsabilidad, lo
cual afectaría los resultados esperados en asuntos de interés público.
Por
otro lado, tal como se trató, el sector defensa ha incrementado su relación con
entidades educativas para que ellas se hagan cargo de capacitar y entrenar al
personal en áreas de especialización y también para que mejore sus competencias
en asuntos no directamente relacionado con la función propia de las FFAA. En
ese contexto resulta conveniente ir conformando mecanismos de integración que
se inicie desde los mismos institutos, luego se proyecte a nivel Fuerza Armada
y se prolongue hacia entidades públicas y privadas, nacionales y extranjeras.
Observemos
algunos casos en donde se han conformado redes para el tema de Educación a Distancia:
Otras
redes de organizaciones: Asociación Iberoamericana de Enseñanza Superior a
Distancia (http://www.uned.es/aiesad/),
Consorcio Red de Educación a Distancia
(http://www.contenidos.com/cread/),
Cátedra Unesco de Educación a Distancia (http://www.uned.es/catedraunesco-ead/), The Distance Education and Training Center: (http://www.detc.org/), The American Distance Education Consortium: (http://www.adec.edu/), Instituto Mexicano de Educación a Distancia
(http://www.amed.org.mx/amed/index.html),
Portal Educativo de las Américas (http://www.educoas.org/Portal/)
El
Sistema de Educación a Distancia del
Ejército Argentino, que facilita la Educación
a Distancia en el ámbito Técnico Profesional Militar.
http://seadea.desoldados.com.ar/
Pero
no solamente existen redes de asociaciones para tratar el tema de
Educación a Distancia sino también a
nivel Estados, tal como es el caso de Southern African Development Community
(SADC) integrada por 14 Estados Miembros que en 1997 firmaron un Protocolo
sobre Educación y Entrenamiento, entre
los que se constituyó un comité técnico para atender la Educación a Distancia.
Las
TIC están promoviendo la conformación de diversas comunidades, tal como son las
llamadas “ciudades virtuales” que utilizan los recursos de la web para mejorar
su comunicación y difusión de la información; tal es el caso de San Diego
ciudad del futuro, o Cyberport de Hong Kong; otras se integran a nivel de
municipalidades y también para estimular la demanda social y permitir la
participación de todos en la vida de la ciudad.
Estas
iniciativas demuestran que es cada vez mayor la necesidad de compartir para
vivir mejor, y en ello no es exento el sector Defensa, pues aprovechando la
Educación a Distancia, se pueden
estructurar relaciones locales, nacionales e internacionales, sustentadas en un
sentido de colaboración y solidaridad, que promuevan las medidas de confianza
mutua, para juntos enfrentar los retos que impone el mundo actual, la libre
competencia, el libre mercado pero sobretodo el desarrollo de nuestras
naciones. Es tarea de la clase política explotar esta forma de relacionarnos,
pues el mundo se ha reducido, nuevas posibilidades han emergido, pero también
nuevos riesgos y amenazas.
En la
era del conocimiento es necesario aprovechar las ventajas que nos proporcionan
los adelantos tecnológicos, en donde resulta imposible procesar la enorme cantidad
de información que se nos presenta día a día. Las épocas de los trabajos
aislados y desconectados del resto, no tienen cabida en el mundo actual y menos
en el incierto mundo futuro, eso lleva a integrarnos a participar y
especialmente a vivir en comunidad, donde se puedan lograr mejores condiciones
de vida.
La
forma de capacitar y entrenar al personal, debe ser conceptualizado de una
manera estructural y sistémica, a fin que esa preparación refleje el tipo de
organización con que se quiere contar. Tal situación obliga a que los diversos
actores - gobierno, organismos, mercado, sociedad - comprendan, participen y
apoyen el desarrollo de programas que faciliten la formación de competencias,
capacidades y actitudes del personal. La Educación a Distancia se presenta
como un medio que en adición a las ventajas de acceso, mayor participación,
ritmo de aprendizaje, reducción de costos, está construyendo ese puente que más allá de
conectar instituciones conecta y comunica personas, mostrando que las
diferencias son menos y las coincidencias mayores. Debemos orientar nuestros
esfuerzos a construir sobre la base de la cooperación, colaboración y con
sentido de solidaridad esa Red de Redes.
Apropósito
de la Educación a Distancia: Parámetros Fundamentales para la Constitución de
un Modelo
Autor: Universidad Nacional Abierta y a Distancia
(UNAD)
“Empieza por hacer lo necesario,
luego
lo que es posible y de pronto
te
encontrarás haciendo lo imposible”
San
Francisco de Asís
Las tendencias actuales demandan a las instituciones educativas
ajustar sus procesos para ofrecer servicios con calidad que redunden en la
formación de profesionales integrales, comprometidos y conscientes de su labor
como gestores de cambio en sus comunidades.
En
este sentido, y respondiendo a la Reforma Académica en la cual está
comprometida la Universidad, de acuerdo con lo establecido en el PEU y en el
Modelo Académico-Pedagógico allí propuesto, la Facultad de Ciencias Sociales,
Humanas y Educativas ha emprendido una serie de acciones que van desde la
reflexión permanente acerca de los procesos Académico-Pedagógicos implicados en
la oferta de sus programas hasta la visión administrativa que lo soporta.
De
acuerdo con lo anterior y en coherencia con el ser y el quehacer de las Ciencia
Sociales, la Facultad asume la misión institucional y la reinterpreta en la
asunción de: “Formar profesionales comprometidos con la comprensión social,
la construcción responsable del saber y la calidad de vida de sus comunidades”.
Lo anterior implica redimensionar la Educación
a Distancia como Modelo Pedagógico, superando la tradicional visión de ésta,
como mera metodología; en este sentido y retomando a Rafael Flores Ochoa, entendemos
por Modelo Educativo y Pedagógico “La construcción mental que representa un
conjunto de relaciones que definen un fenómeno con miras a su mejor
entendimiento. Esta imagen representa formas particulares de
interrelación entre parámetros pedagógicos”.
Entendida la Educación a Distancia como Modelo
Educativo habría que pensar en primer lugar en una concepción epistemológica
sobre procesos de aprendizaje y sobre la naturaleza del ser humano que permita
abordar el que-hacer (qué), la finalidad (para qué) y la razón (por qué)
de los elementos e interrelaciones que se establecen entre los sujetos
(quienes) y acciones (estrategias), que se ponen en juego para lograr la
formación integral propuesta desde la misión institucional.
Una vez establecidos los acuerdos en relación
con los anteriores postulados adquiere relevancia indagar por el cómo
(mediaciones y evaluación) que den cuenta de una forma de hacer a partir de un
conjunto de acciones que además de permitir la sinergía entre estos elementos,
posibilite su relación con los contextos en que se realiza el proceso de
aprendizaje, todo esto para hacer viable un modelo de Educación a Distancia.
En consecuencia, la propuesta del Modelo
Académico-Pedagógico consignado en el Proyecto Educativo Universitario, nos ha
convocado al análisis de lo que significa la Educación a Distancia y nos invita
a superar el esquema puramente institucional y tecnológico, para profundizar en
los componentes pedagógicos que deben sustentar la Educación a Distancia.
Cabe recordar que este modelo ha sido el
resultado de la reforma académica emprendida por la UNAD a partir de 1999,
motivada fundamentalmente en la necesidad inaplazable para la Universidad de
estar a tono con los cambios acelerados en los diferentes escenarios de la vida
social y cultura [1], por ello, se han reconceptualizado y ampliando las ideas de
formación integral, contexto y comunicación, directrices de la formación
superior a distancia. Cabe resaltar que el concepto de formación integral
además de mencionar el desarrollo intelectual y cognitivo, subraya la
importancia de la sensibilidad orientada a la participación social y
comunitaria, donde las competencias comunicativas y valorativa ocupan un lugar
central. Así mismo, al ubicar el contexto como dimensión del componente
pedagógico, el P.E.U de la Universidad está reconociendo, que es en los
contextos específicos de lo regional y de lo local donde el proceso de
aprendizaje adquiere sentido.
Así abordamos la construcción del presente
documento retomando las dimensiones del Modelo Académico-Pedagógico propuesto
en el P:E:U., aclarando que frente a la Dimensión Teleológica, la Facultad se
compromete con el desarrollo de la visión, la misión y la búsqueda de identidad
propuesta, promoviendo desde su ser y su que-hacer las acciones necesarias para
su cumplimiento.
Frente a la dimensión epistemológica, el
capitulo uno presenta la propuesta de aplicación de los conceptos de “currículo,
plan de estudios, cursos académicos, área temática, núcleos problémicos y
crédito académico”, en cuyo final se evidencia la especificidad de los
programas ofrecidos en la Facultad.
En el capitulo dos se plantea el concepto de
Evaluación por Competencias y la pertinencia de estas en el marco de un modelo
Educativo a distancia que propende por el desarrollo de las habilidades y
competencias en el entendimiento que estas se consolidan como reflexión sobre
el lenguaje, la sociedad y la cultura; involucra una visión del conocimiento y
del saber en general, con implicaciones y exigencias directas en el campo de la
educación.
El tercer capítulo desarrolla el tema de la
Tutoría en el marco de la Reforma Académica donde se trabajan dos instancias de
mediación: a) la interacción entre el sujeto y los demás sujetos, mediada por
la acción comunicativa: el docente como mediador y b) la interacción entre el
sujeto y los objetos mediada por la acción instrumental.
La Dimensión Contextual presente en el
capítulo cuatro se desarrolla de manera paralela con los procesos de
investigación propios de cada programa y que se hacen evidentes en los
proyectos que los tutores de investigación y los estudiantes desarrollan dentro
de un proceso de investigación sistemática y formativa; elementos que se
desarrollan en el documento: “La investigación en el marco de la Reforma
Pedagógica”.
El capítulo final de esta compilación presenta
la concepción, componentes y estrategias del Seminario de Inducción Unadista,
las Unidades Sociohumanística e Idiomas, cuya pretensión es convertirse en
oferentes de servicios que permitan la formación integral del estudiante, el
afianzamiento de las competencias comunicativas y valorativas y la promoción
cultural para la consolidación de una comunidad académica.
Es importante anotar, que este documento
recoge los aportes de los Centros Regionales, cuya experiencia aporta al
mejoramiento de nuestros procesos, las discusiones y reflexiones que desde
diversas miradas y disciplinas se han ido gestando al interior de los Comités
Pedagógico y Curricular de la Facultad, a la luz de los planteamientos del
Proyecto Educativo Universitario y esperan ser un aporte a la concreción de una
reforma cuya principal intención es dar cumplimiento al proyecto social que
como Universidad hemos asumido.
Dra.
Carmen Amalia Camacho Sanabria
Decana Facultad de Ciencias Sociales, Humanas y Educativas.
Los materiales en la educación a distancia
Maya
Viesca Lobatón*
* Licenciada en ciencias de la comunicación
por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y
responsable del Área de Difusión Cultural de la misma institución.
Transformación de las prácticas educativas para adecuar su
calidad a los requerimientos personales y sociales de formación humana,
científica, cultural y profesional; significatividad y trascendencia del
aprendizaje; mejor acceso, procesamiento y expresión de la información;
diversificación de ambientes, multidireccionalidad, interdisciplinariedad y
sentido creativo, son algunas de las características deseables de los programas
de educación a distancia y, por qué no, de la educación en general.
Cómo lograr esto es tarea de muchos de los que nos dedicamos
a la educación. Cómo concebir y atender, desde las instituciones educativas, a
un ser humano integral, que está relacionado con el entorno y con otros seres;
cómo observarnos, preguntarnos y respetarnos en un contexto de permanente
diálogo, y aún así atender demandas masivas, trabajar con presupuestos
recortados y personal con poca formación en la producción de materiales; son
preguntas y disyuntivas que permean nuestro trabajo cotidiano, y que sin
embargo difícilmente logramos responder en nuestro actuar diario.
Una posibilidad de concretar los planes institucionales y
los objetivos pedagógicos, en educación a distancia, la he visto en la
elaboración de materiales educativos.
Los materiales educativos en la educación a distancia, y en
general en cualquier modalidad en la que se utilicen, tienen una gran
importancia, antes que nada porque son medios de comunicación, y además, porque
la posibilidad de generar ambientes de aprendizaje en las modalidades abierta
y a distancia queda, en gran parte, circunscrita a las posibilidades
y uso que se haga de estos. Lo que me lleva a esta afirmación, y a proponer
algunas sugerencias para la elaboración de materiales, trataré de exponerlo en
los siguientes apartados.
El sistema educativo
El investigador alemán Niklas Luhmann1
concibe a la educación como un sistema social que se caracteriza, entre otras
cosas, por tener una unidad de operación, por producir una constante diferencia
con el entorno y porque su razón de ser es la finalidad por la que se
interrelacionan sus elementos.
Bajo estas premisas, Luhmann no puede concebir que lo social
surja directamente de la relación humana, "lo social no está construido
a imagen y semejanza del hombre, sino que es el resultado de una coacción
severa de procesos evolutivos".2
Los humanos, las personas concretas, participan en los
sistemas, pero no forman parte constitutiva de ellos, ni de la sociedad misma.
De esta forma la sociedad no estaría compuesta de seres humanos, sino sólo de
comunicación, siendo ésta, por lo tanto, lo que permite su unidad sistémica.
|
Del amplio espectro de posibilidades que
ofrecen los sistemas sociales, la comunicación ofrece posibilidades reales de
selección de mensajes a los individuos, aisladamente considerados. El lenguaje
es una de los mecanismos que reducen estas posibilidades de selección, sin
embargo, no garantiza, por sí solo, que la experiencia de un individuo sea
aceptada por el otro como premisa de su propia selección, y es aquí donde
tienen una función indiscutible los sistemas sociales —economía, política,
educación, religión, etc.—; estos seleccionan un entorno social en la medida de
sus propias posibilidades estructurales, y para los cuales su función es
prioritaria, determinado sus operaciones, no en función de un fin, sino de su
propia estructura.
Así, el sistema educativo es en sí, una selección de
posibilidades de comunicación, la cual le permite trabajar progresivamente
sobre su propia estructura, tiene una dinámica específica con tiempos
específicos —distintos al de las urgencias del entorno—, al que no afectan de
igual manera los cambios sociales de otros sistemas, sino que, más bien,
generan una dinámica de evolución propia.
Dentro del sistema social educativo está la formación,3
que también puede ser considerada como un sistema y que como tal tiene procesos
como cualquier otro:
Hay entradas que, al relacionarse con las estructuras
previas del sujeto, generan procesos de transformación que tienen como
resultado productos de salida, que a su vez, son evaluados y retroalimentados
para convertirse, nuevamente, en entradas. Todo esto en relación permanente con
un ambiente (entorno) de aprendizaje determinado.
Cuando hablamos de la innovación de los materiales
educativos, de su adecuación a los requerimientos personales y sociales de la
formación humana, estamos hablando de su producción y su uso, como parte de un
sistema de formación que, a su vez, es función del sistema educativo, en un
ambiente de aprendizaje determinado.
Todo esto pudiera parecer demasiado abstracto y lejano
cuando se trata de generar materiales concretos, en situaciones concretas y con
sujetos reales; sin embargo, sería difícil entender cómo adecuarlos a las
necesidades, si no sabemos como funcionan; esto es, cómo operan en la
comunicación humana.
La comunicación humana
Lo social se ofrece al ser humano como
proveedor de estructuras de sentido, a partir de las cuales socializa; bajo el
entendido de que lo social no son las personas, sino los procesos de
comunicación. No es posible pretender que la comunicación este determinada por
el hombre, como individuo, sino que es algo externo a él, del cual se sirve.
Pensando en que el único lazo de unión entre una persona y
otra, entre una persona y un grupo, y, entre un grupo y otro sean el acto
comunicativo, no resulta difícil comprender que lo social no es más que
comunicación; y que el mundo de las posibilidades sociales está circunscrito a
las posibilidades de comunicación.
Como ya decía, dentro de la superestructura de la
comunicación, los lenguajes se presentan como reductores de posibilidades. Los
códigos y los símbolos forman los lenguajes, y éstos, constituyen la materia
prima de la comunicación. El lenguaje corporal, el abecedario, el lenguaje
binario, la iconografía..., no son más que ejemplos de esta materialización,
cuya característica principal es la convención.
|
Durante mucho tiempo se dibujó a la
comunicación, para su estudio, con un diagrama similar a este:
En el que intervenían: un emisor, un receptor, un mensaje,
un canal y un código.4 Sin embargo este modelo ha sido
ampliamente superado y, en la actualidad, cualquier intento tendría que adoptar
una forma similar a esta:
El acto comunicativo no es un proceso lineal ni
unidireccional. Contempla personas que emiten y reciben mensajes que son
codificados y decodificados en función de una compleja articulación de factores
psicológicos y culturales, en diversos códigos y medios, dentro de un ambiente
cargado de significaciones, y a través de medios con características
comunicativas específicas.
Cuando estamos en contacto con una persona, no sólo
utilizamos el código lingüístico para comunicarnos; la forma en que vestimos,
en que nos movemos, en que nos dirigimos al otro, el ambiente en el que
estamos, son también factores perceptibles que envían información a nuestro
alrededor: somos sujetos multimediados.
Sin embargo el hecho de compartir un código y que el mensaje
emitido sea "entendido" por el otro, no implica que éste logre
imponer un sentido. El sentido no es algo inequívoco, que viene dado en la
forma del mensaje, verbal o visual. Más bien es algo que se negocia, es el
producto de una tensión entre la significación5
que el texto (la imagen) propone y la apropiación que realiza el destinatario o
receptor.
La idea de negociación, entendida como intercambio o
interacción, supone la existencia de personas copartícipes de un proceso activo
y continuo de significación en el que no es posible separar al enunciador del
destinatario, por la simple razón de que es en la existencia del segundo, un
otro capaz de entender, que tiene lugar el mensaje.6
Con esto se reitera lo planteado por Luhmann sobre lo
reduccionista que resulta plantear, dentro de la comunicación, dos
connotaciones que durante mucho tiempo ha tenido, la de efecto y la de finalidad.
La primera, por el hecho de que es en la existencia del
otro, que se logra la comunicación, lo que sugieren una pérdida de sentido por
parte del enunciador; y la segunda, porque la circulación de las
significaciones, en la vida social, no puede reducirse a un mero utilitarismo,
al cumplimiento de fines previsibles y específicos. Además, el lenguaje, más
que una nomenclatura, una etiqueta que une al hombre y a la cosa, ofrece
significado en la trama del lenguaje, y es esta trama la que hace posible el
pensamiento, lo que permite afirmar que el lenguaje, lejos de
"reflejar" el mundo o el pensamiento, los configura, en tanto
dimensión significante: conocemos lo que podemos nombrar.
Hasta aquí, he perfilados dos de los elementos contextuales
de los materiales educativos en la educación a distancia, la educación y la
formación como sistemas, y la comunicación humana. El último elemento que
quisiera trabajar para completar mi idea, sobre la elaboración de materiales
educativos en la educación a distancia, es el concepto de ambiente de
aprendizaje.
El ambiente de aprendizaje
El ambiente de aprendizaje se puede
entender como un complejo tejido de elementos en el que existe y se desarrolla
el sistema de aprendizaje, y que tiene por objeto generar mejores relaciones
educativas, ya sea entre personas, con instrumentos, con el curriculum, de las
personas respecto de sí mismas, y en general, con todo el entorno, y, en ejes
tanto físicos y espaciales, como históricos y sociales.
Si tomamos, como definición, que ambiente, es
lo que rodea y la comunicación, lo que permite poner en común, no
podemos concebir a lo uno sin lo otro, el ambiente, en términos sociales, es comunicación,
y si la educación es una actividad social, implica pensar en ambientes; esto
es, tener una visión holística e integrada, no sólo en lo que se refiere a los
individuos, sino en las múltiples relaciones que se generan en un ambiente de
aprendizaje.
Esta disposición de elementos puede ser tan limitada y
rígida, que sólo dé lugar a un único modo de aprender unidireccional,
verbalista, autoritario y repetitivo, o bien puede producir un modelo, que con
una base de solidez y flexibilidad académica, contemple y propicie la
diversidad de ámbitos donde se da el aprendizaje.
Para lograr ese entendimiento, entre el entorno y la
situación de aprendizaje, hay que tomar como premisa principal el que el actor
al que hay que dirigir todos los esfuerzos es el estudiante. Desde el punto de
vista de los ambientes, es el aprendizaje en el que se centra la atención,
siendo a través de la disposición del ambiente que se ejerce en gran parte la
enseñanza. Pensar en ambientes es pensar en aprender con todo el cuerpo.
La disposición del ambiente debe tomar en cuenta: espacios
para el movimiento; actividades de aprendizaje; creación de nuevos espacios a
través de la distribución; introducción de materiales; destrezas y procesos
mentales que se busca desarrollar; el volumen de la información accesible;
fuentes de información; propósitos especiales, y; la disposición de materiales.
Estos elementos no son exclusivos de un sistema educativo
presencial, en la educación a distancia siguen estando presentes, y siguen
siendo suceptibles de ser predispuestos por los educadores.
El entorno envía mensajes continuamente, somos sujetos
multimediados, por lo tanto es necesario considerar las formas de poner en
común, de comunicar, para que los mensajes que enviemos tengan mayor sentido y
significado para nuestros interlocutores, explotar al máximo el potencial
significativo de los medios comunicativos, cualquiera que estos sean, y hacer
consciente al estudiante de su propio aprendizaje, incluidas las mediaciones no
intencionales. Valores como: autogestión, significatividad, creatividad,
participación y anticipación, debieran permear los ambientes educativos.
Los materiales como ambientes de aprendizaje
Como ya mencioné, la intensión de revisar
la propuesta de Luhmann de sistema educativo y de formación, la comunicación
humana como proceso, y el concepto de ambiente de aprendizaje tiene la
finalidad de enmarcar los materiales educativos dentro de un contexto más
amplio, y con un papel más importante que el que se les suele dar.
Dentro del sistema de formación, los materiales educativos
podrían ser una de las entradas, de las fuentes de información que buscan
generar procesos de transformación en el estudiante. Sin embargo, en la
educación a distancia, el rol que los materiales juegan se multiplica.
El estudiante a distancia va a trabajar con sus materiales
en su casa, en la oficina, en un café, en muy diversos espacios que
probablemente poco tengan que ver con el ambiente "ideal" de
aprendizaje. La distribución de espacios, las actividades de aprendizaje, la
introducción a los materiales, destrezas y procesos mentales que se busca
desarrollar, el volumen de la información accesible, las fuentes de
información, los propósitos especiales, etc., deben ser autocontenidos por los
materiales.
Sin importar el medio que soporte al material, ya sea audio,
video, impresos o multimedia, la virtualidad cobra un papel muy importante y
específico. Si bien no podemos distribuir, físicamente, un espacio, sí podemos
trabajar con el valor de fondo de esto que es el orden y la generación de un
espacio, en donde el estudiante se sienta invitado al estudio. Tal vez no se
puedan manipular los espacios y el mobiliario de un salón, pero sí es posible
distribuir y ordenar la información en un multimedia, de manera que el
estudiante sepa donde encontrar las informaciones que busca, qué es lo que
tiene que hacer, que se sienta agradado con lo que está trabajando, entre otras
cosas.
Ante esto, la producción de los materiales cobra una dimensión
distinta. El diseño gráfico, el diseño editorial, la edición, la fotografía, y
en general las situaciones en las que se "pone en forma" o se le da
forma a un contenido académico, para construir el material educativo, no son
sólo "herramientas para el decorado", sino, las herramientas para la
construcción de ambientes de aprendizaje.
Por otro lado, como mencione en el apartado de la
comunicación humana, la tecnología no es neutra, y las mediaciones en un
proceso de comunicación aportan significados. Así, las características mismas
del medio elegido, el uso que se haga de los lenguajes (verbal, icónico,
visual, audiofónico…), la calidad de la producción, entre otros, son elementos
manipulables para la generación de ambientes virtuales de aprendizaje.
Aun cuando, además de los materiales, las asesorías, las
reuniones presenciales, las comunicaciones electrónicas, son también entradas
del sistema de formación a distancia, considero que lo ideal es que cada uno de
estos elementos dependa lo menos posible de los otros, para hacer sentir al
estudiante confianza en su proceso y seguridad. Los materiales no son lo único
pero hay que elaborarlos como si lo fueran.
Esto, además, se vuelve muy importante cuando la demanda
excede la capacidad de atención del personal, los recursos humanos suelen ser
los más necesarios.
En resumen, los materiales de aprendizaje en la educación a
distancia se convierten en el frente del educador, es a través de ellos como se
muestra al estudiante, lo interpela, lo invita y le ofrece una experiencia
educativa; esto, claro, dentro del marco más amplio del sistema de formación y
dentro de una situación comunicativa.
El reto del educador, hoy y siempre, es el de convertirse en
comunicador, es ser ventana del conocimiento y un generador de aprendizajes